Veinte mil leguas de viaje submarino – Julio Verne

Veinte mil leguas de viaje submarino es una apasionante novela escrita por Julio Verne y publicada por primera vez en 1870. La historia se desarrolla en pleno siglo XIX y nos sumerge en las profundidades del océano a través de una expedición marítima única.

En el año 1866, un extraño acontecimiento que sacudió los mares. Las naves regresaban a los puertos con terribles daños, víctimas de un enemigo desconocido. Este ser, más grande y poderoso que cualquier ballena, sembraba el terror en los corazones de los marineros. Se decía que era un monstruo marino de fuerza colosal, sin parangón en la naturaleza.

Ante tal amenaza, se organizó una expedición para enfrentar al monstruo. La fragata Abraham Lincoln fue enviada con valientes hombres a bordo: el almirante Farragut, el intrépido arponero canadiense Ned Land, el naturalista Pierre Aronnax y su fiel criado Conseil. Durante seis meses buscaron incansablemente, pero el monstruo parecía escurridizo.

Finalmente, el 5 de noviembre de 1867, Ned Land avistó al monstruo en el Océano Pacífico. El animal jugueteaba con la fragata, demostrando su velocidad y fuerza sobrehumanas. Ned Land intentó arponearlo, pero el monstruo reaccionó con furia y embistió contra la fragata, dejándola indefensa. Durante la noche, aprovechando el sueño del monstruo, la fragata se acercó sigilosamente. Ned Land logró dar en el blanco con su arpón, pero el monstruo respondió con trombas de agua, arrojando a Ned, Aronnax y Conseil al mar.

Para su asombro, descubrieron que el monstruo era en realidad una máquina submarina, no una criatura viva. Fueron capturados por su misteriosa tripulación y llevaron a bordo del Nautilus, el prodigioso submarino comandado por el enigmático capitán Nemo. Nemo era un hombre misántropo y hostil hacia la humanidad, pero mostraba un interés particular en el científico francés Aronnax, deseando compartir con él los secretos de los océanos y el mundo submarino.

A lo largo de su cautiverio, Aronnax y sus compañeros exploraron el Nautilus. Descubrieron una biblioteca con miles de volúmenes, un museo con tesoros artísticos y naturales, y las impresionantes cabinas del capitán y de los tripulantes. Nemo reveló que había diseñado y construido el Nautilus, utilizando la electricidad como fuente de energía para la navegación subacuática.

A medida que el viaje continuaba, Aronnax comenzó a cuestionar las verdaderas intenciones de Nemo. Presenciaron terribles catástrofes marítimas y participaron en cacerías submarinas. Descubrieron el tesoro de una ostra gigante y presenciaron el funeral de los marineros del Nautilus en un cementerio de corales.

Con el tiempo, Aronnax y sus compañeros se dieron cuenta de que el Nautilus no era solo una máquina de investigación científica, sino también un arma utilizada por Nemo para llevar a cabo su venganza contra aquellos que habían causado su sufrimiento. Nemo era en realidad un príncipe indio que había perdido a su familia y riquezas a manos de los británicos.

El Nautilus navegaba sin descanso, evitando las naciones y sus conflictos, pero atacando a sus barcos en venganzas calculadas. Aronnax, Ned Land y Conseil se encontraban en un dilema moral. Aunque estaban fascinados por las maravillas submarinas, no podían ignorar los actos violentos de Nemo.

Un día, durante un encuentro con un buque de guerra, el Nautilus fue rodeado por barcos enemigos. En medio del caos, un torbellino gigantesco conocido como el Maelstrom se formó. Nemo intentó escapar, pero el Nautilus quedó atrapado en su vorágine implacable. Aronnax, Ned Land y Conseil aprovecharon la oportunidad y saltaron al mar, nadando frenéticamente lejos del remolino.

El destino de Nemo y el Nautilus quedó en la incertidumbre. Aronnax, Ned Land y Conseil fueron rescatados por un buque cercano y regresaron a la civilización. Llevaron consigo los recuerdos de sus increíbles aventuras y las lecciones aprendidas sobre el poder y los límites de la venganza.

Así termina la historia del Nautilus y su enigmático capitán Nemo. Aunque su destino final permanece en el misterio, su legado vive en las páginas de los libros y en la imaginación de aquellos que sueñan con explorar los océanos y descubrir los secretos de las profundidades submarinas.

Veinte mil leguas de viaje submarino es una obra maestra de la literatura de aventuras y ciencia ficción. A través de su narrativa cautivadora y la habilidad de Julio Verne para describir los detalles marinos, la novela nos transporta a un mundo submarino lleno de maravillas y desafíos. Es un recordatorio de la infinita belleza y misterio que se esconden en las profundidades del océano y de la necesidad de preservar y comprender nuestro entorno natural.


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